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¿Qué necesita el cerebro disléxico? Parte 1 Nutrición

julio 2, 2018
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Cuando tenemos un niño o adolescente con una dificultad de aprendizaje como es la dislexia,

los adultos tenemos que tener una mirada inteligente para hacerle su  proceso de aprendizaje  más fácil.

Esa mirada, hoy la dirigimos a conocer como funciona su cerebro, por que una de nuestras misiones es conseguir que su cerebro sea su aliado, y no su enemigo. Ya tenemos bastante con la dislexia como para tener que hacer frente a otros problemas que podemos tener perfectamente controlados.

El cerebro es el órgano de nuestro cuerpo que consume más energía y, necesita dos combustibles imprescindibles: agua y glucosa.

Efectivamente, para que el cerebro tenga un funcionamiento óptimo es imprescindible que esté bien hidratado. El agua favorece la trasmisión de señales eléctricas entre nuestras neuronas y es esencial para el buen funcionamiento de las redes neuronales, en especial, las que se crean mientras aprendemos.

Gracias al libro de Dennison sobre el Brain Gym, incluí la rutina de despertar a mis hijos llevándoles un  vaso de agua. Así, bebiéndola – a pequeños sorbos- empezaran a despertarse y, a la vez, preparaban su cerebro para el colegio. Aunque nos parezca que no perdemos agua mientras dormimos, nuestra respiración profunda durante el sueño hace que expulsemos humedad, por lo que después de las ocho horas ,y los niños más de ocho, nuestro cerebro se despierta deshidratado. Con un gran vaso de agua nada más levantarnos y comiendo en el desayuno una pieza de fruta  nuestro cerebro potencia al máximo su rendimiento.

A lo largo del día, debemos beber agua, no olvidemos que cada 45 minutos nuestra atención decae y con un sorbito de agua lo evitamos. La deshidratación del cerebro, al tener que economizar los recursos que no tiene, ocasiona además de una baja atención, que la memoria de trabajo pierda agilidad, que perdamos concentración y reaccionemos de forma más  lenta a los estímulos.

Ante una muestra de cansancio, «ese me aburro» de los niños, la solución puede ser tan sencilla, como beber agua a pequeños sorbos.

El agua también está implicada con nuestro bienestar psicológico, no hay nada como un paseo  después de una tormenta de verano, o  como nos relajamos al escuchar el correr del agua o pasar un rato frente al mar, sintiendo su aliento, escuchándole y aspiranso su aroma salino. El ambiente está lleno de iones negativos y nos hace sentir bien. Imprescindible que nuestros niños salgan, de forma asidua al campo, a la montaña y a la playa, que  se críen » al aire «.

También el agua  regula nuestro mundo emocional, porque mejora la temperatura del cerebro, elimina toxinas y células muertas y equilibra nuestros procesos químicos  provocando nos un » reinicio mental «.

El segundo combustible necesario para un óptimo  funcionamiento del cerebro es la glucosa, habitualmente la única fuente de energía que tiene el cerebro. Si a las neuronas  les falta oxígeno o glucosa  suficientes, inevitablemente  mueren. Las neuronas estimuladas  tiene un mayor metabolismo, necesitan más oxigeno y más glucosa.

La historia de la  glucosa y el cerebro, es una historia  simbiótica…Es el único glúcido (o hidrato de carbono) que atraviesa la barrera  hematoencefálica- el paso de la sangre al cerebro-, y nuestras neuronas  la necesitan continuamente, al igual que el oxígeno, por que no  pueden almacenla; y, la consiguen de la digestión de los alimentos y de la reserva que guardamos en el hígado en forma de glucógeno.

La importancia del desayuno, la sabemos todos, nuestros disléxicos no son distintos. Un niño que ha desayunado bien es más eficiente  para realizar en la mañana pruebas de aritmética y lectura. La glucosa también mejora significativamente la atención y el rendimiento de la memoria Si tu  hijo come bien, con una pieza de fruta y  cereales integrales  se garantiza el suministro de glucosa al cerebro durante toda la mañana, y mejora su rendimiento escolar .

Si es mal comedor, como era mi hijo, aquí tienes mi truco para llegar al colegio a tiempo y desayunado: El super batido energético con avena integral, leche o yogurt, un plátano, una pieza de fruta de temporada ( pera, melocotón,fresas …) un puñado de nueces, otro de almendras y cucharada sopera de miel.  Con él me quedaba tranquila  de que aguantaría  hasta la hora de comer. (Salía del cole a las 12  y nos pudimos permitir que comiera en casa, ya  que tantas horas en el colegio le agotaban; y, aunque le pusiera almuerzo, no se acordaba y quedaba en la mochila…). El leer la revista semanal de un periódico que un batido similar lo tomaban los jugadores del Sevilla  cuando jugaban, y su desayuno subió puntos para él.

El cerebro precisa  que la sangre  que le irriga mantenga un nivel constante de glucosa, ya que los descensos y las fluctuaciones bruscas en el nivel de la glucosa debido a una alimentación  rica en azúcar refinado y harinas blancas, alteran el funcionamiento cerebral y debilitan la mente. La glucosa debe proceder de fuentes saludables: cereales integrales, tubérculos o frutas ricas en fibra, ya que su digestión proporciona  un nivel continúo de glucosa durante horas.

Y el tercer nutriente esencial para el desarrollo del cerebro es la grasa, no olvidemos que está compuesto por más del 60% de grasa, y en especial, del DHA, las siglas en inglés  de ácido docosahexaenoico- un tipo de ácido graso omega 3 que se encuentra de forma natural en la leche materna, el pescado azul , salmón, atún y caballa-.

Estudios clínicos  realizados con bebés y niños,muestran que el DHA contribuye al desarrollo cognitivo.El cerebro madura cuando se forman sinapsis o conexiones entre las neuronas para que éstas puedan transmitir señales o información más eficazmente.Un paso importante, en este proceso, es la mielinización (el recubrimiento de células con mielina) que permite una comunicación más rápida y clara entre las células. La mielina es una sustancia compuesta por ácidos grasos esenciales como el DHA. Por eso, es tan importante para el cerebro. Nuestro cuerpo puede convertir los ácidos grasos omegas 3 en DHA, pero sólo en cantidades muy pequeñas; por ello y, porque estos pescados contienen metales pesados, es importante consultar con el médico la conveniencia de obtener el DHA a base de un complemento natural.

Otra de sus propiedades es  que mejora la agudeza visual, derivada de un mejor funcionamiento de la mácula o zona central de la retina, por lo que conseguiremos una visión más limpia y nítida.No olvidemos que recientes estudios científicos, apoyados en nuevas técnicas de Tomografía por emisión de positrones muestran que en los disléxicos la conexiones funcionales del lóbulo temporal (áreas fonológicas) y del lóbulo occipital del hemisferio izquierdo (áreas visuales) tienen un nivel de activación más bajo o, incluso inexistente en comparación con las de  las personas que no tienen dislexia.

Otros efectos añadidos es una mente más despejada, un ánimo más sereno, mejor concentración y algo más de energía.

El descubrimiento del DHA y su inclusión en la dieta de Ángel, bajo prescripción médica, supuso- lo que yo acostumbro a llamar un salto cuántico en su proceso de compensación de la dislexia. Y lo celebramos con entusiasmo y alegría por que para conseguir  compensar la dislexia, toda ayuda es poca.

Quiero darle las gracias a @sweetandhome por su colaboración con estas bellas fotografías llenas de talento que ilustran esta entrada. Es un honor tenerte por aquí, Marta.

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