Para conseguir nuestro objetivo: disléxicos con una alta autoestima, será muy valioso contar con un mentor. Una persona de más edad, con más experiencia que inspira para alcanzar nuevas metas y sueños, acompaña explorando nuevas alternativas y aconseja como afrontar los desafíos de la vida y de la dislexia. Por supuesto, un mentor también ayuda a madres y a padres con hijos disléxicos, porque relacionarse con otros que ya han pasado por ello, puede allanarles el camino hacia la superación de su dificultad.
Porque hace falta enseñarles a tomar por sí mismos las RIENDAS DE SU DISLEXIA: Deben aprender a defenderse y a saber pedir lo que necesitan, que no es otra cosa que ABOGAR POR SÍ MISMOS. Para conseguirlo deben conocerse muy bien, tanto sus fortalezas como sus limitaciones, y será más fácil con un mentor que les apoye y les aliente.