«Para aprender a pensar, primero tienes que aprender a bailar».
En el proceso de aprendizaje de un disléxico es esencial conseguir que su cerebro sea su aliado y para ello tenemos que incluir el movimiento en su rutina diaria.
Esta lección la aprendí cuando el psicopedagogo del Gabinete de Escucha Tomatis nos recomendó que Ángel practicara ejercicios para cruzar la línea media -línea imaginaria que divide nuestro cuerpo en dos mitades, cuando un niño no es capaz de cruzarla puede indicar que sus hemisferios cerebrales no se comunican bien-, y para convencerme de tal necesidad propuso a Ángel realizar este dibujo:
Ante esta realidad nos pusimos manos a la obra con el objetivo de «cruzar la línea media» que nos recordaba el viaje épico de Frodo en el Señor de los Anillos y compramos una gran pizarra blanca y el libro “Brain Gym, aprendizaje de todo el cerebro. Kinesiología educativa», del Dr. Paul E. Dennison y Gail E Dennison, y Ángel empezó a dibujar osos perezosos.
En quinto de primaria Ángel tuvo que hacer frente a un nuevo desafío: exámenes finales en casi todas las asignaturas. Gracias al trabajo diario disponía de esquemas, pero había que repasar todas las lecciones y aprender nuevas. Todo ello con poco tiempo al que se iría sumando el cansancio por el esfuerzo acumulado, así comencé a recurrir cada vez más al libro de Dennison y, sobre todo, a poner en práctica sus instrucciones haciendo los ejercicios concretos para concentrarse, para la memoria, para hacer exámenes, para las matemáticas… Gracias al Brain Gym consiguió aprobar todo, eso sí con un esfuerzo inmenso.
Terminado el curso y constatados los beneficios del Brain Gym, quise conocerlo a fondo y, sobre todo, aprender a realizar correctamente los ejercicios, y me inscribí en el curso que impartía ese mes de julio la representante de Brain Gym Internacional en España, Carlota López-Peredo.
El descubrimiento de Brain Gym nos proporcionó una herramienta fácil y divertida para conseguir mejores resultados y sobre todo es una herramienta muy útil para liberar su bloqueos en el aprendizaje y para superar el cansancio.
Los disléxicos, aprendiendo, se cansan mucho y antes que los demás. Éste agotamiento no es porque sean «flojos» sino porque su esfuerzo es mayor que el de los otros, también su recuperación es más lenta, si además tienen que acudir a terapias o entrenamientos adicionales, el resultado es que sufren más estrés, no sólo por el esfuerzo en sí, sino también porque no quieren defraudarnos. De igual forma, es posible que se sientan solos o aislados ya que sus amigos y compañeros no pueden identificarse con ellos, por lo que todo se complica
Cuando hice el curso puede comprobar que cada día salía con energía, más focalizada y contenta. De esta forma incluimos el Brain Gym en nuestra rutina diaria.
La Gimnasia Cerebral o KINESIOLOGÍA EDUCATIVA es una herramienta que relaciona aprendizaje y movimiento para desbloquear las dificultades que nos encontramos en la escuela, el trabajo, el desarrollo personal, los deportes, las artes, etc. Nació en la década de los 70 en los Estados Unidos a partir de la experiencia aplicada a niños con Dificultades de Aprendizaje por el Dr. Paul Dennison, disléxico. De nuevo la mirada nos viene desde dentro del mundo disléxico.
En este diagrama os dejo los resultados que consiguió Ángel practicando de forma continuada la gimnasia cerebral:
Una de las cosas más interesantes de esta disciplina es que respeta el ritmo y las circunstancias de cada niño potenciando el desarrollo de las propias capacidades. El Brain Gym utiliza el movimiento para conectar las redes neuronales idóneas para conseguir tus objetivos y la excelencia personal porque favorece, como se ha demostrado científicamente, la PLASTICIDAD CEREBRAL.
Obtuvimos resultados porque lo incorporamos como una rutina, practicando muchísimo Brain Gym. Fue una carrera de fondo y mereció la pena.
1 Comment
ME ENCANTA!!!!!. Una DELICIA de vídeo y el esquema de los beneficios de Brain Gym está GENIAL. Pienso pasárselo a mis chicos cuando me protesten por hacerlo.